15 de abril de 2010

Manifiesto de Isla Tortuga


Nosotros, libres de toda atadura, sin tierras bajo nuestros pies, expectantes de un buen viento en popa,  en esta sagrada reunión juramos, bajo palabra de embustero, ser fieles a los versos escritos a continuación.

Nosotros aventureros, piratas, hombres sin paraderos, evocados a la mar, sin amo, sin dios, ni credo, juramos:

Como buenos soñadores dejaremos nuestra vida con la esperanza de creer ciegamente las palabras sin rostro escuchadas al azar en un rincón anónimo.

Dedicaremos nuestras vidas a nuestra necesidad de ser fieles a nuestro ser.

No tendremos bandera, credo, raza ni cadena mundana capaz de atarnos o alejarnos de nuestros sueños.

Ninguna mano, moral o amoral, tendrá fuerza para callar nuestros labios de pícaros charlatanes.

Solo tendremos nuestra mar, tempestuosa, y vientos libres.             

Nuestra suerte se equilibrará en la punta de nuestra pluma.

Desataremos una tempestad de ideas desde el papel.

La imaginación guiará nuestra pluma y la libertad será nuestro credo.

Todo será verdad y todo será mentira, no habrá realidad para quienes vivimos en la imaginación.

 La diosa de la imaginación susurrará olvidadas historias sobre nuestros hombros para nuestro goce y satisfacción.

No existirá olvido en la mar donde todo se recordará en los mapas dibujados por nuestras manos, pasados de unos a otros, manteniendo así vivo el recuerdo.

Seremos fieles a cantar una leyenda para recordar cada ocasión

Nuestros ojos ciegos verán tierras distantes mientras nuestras bocas vociferarán cantares divinos para aquellos que sepan escuchar.

Borrachos de cantares caeremos de espaldas para contemplar el infinito cielo repleto de ancestros caídos, antiguos trovadores perdidos en tiempo pasado.

Al fin juramos encontrar, con trampas, embustes y tretas, bajo una gran cruz escondida en la mar un tesoro oculto, largamente prometido, tiempo atrás olvidado, para nuestro deleite.

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