Una esperanza parecerá aflorar cuando los mejore científicos trabajen en conjunto con las mayores organizaciones mundiales. Ese esfuerzo será en vano cuando la enfermedad llegué a los hombres. Su objetivo será el centro poblacional más grande a nivel mundial; será tarde cuando den voz de alarma, será una pandemia. Un virus altamente peligroso y libre con capacidades para exterminar la vida del planeta; grandes capacidad de adaptación. Ese será el fin, nosotros lo proporcionaremos.
Los mercados internacionales presas del pánico suicidan las economías; el orden generalizado desaparece y el caos se apodera de las calles. Los gobiernos para mantener el statu quo cierras sus fronteras, esperan sobrevivir solos.
Y el paso final; el hombre terminará con la tierra como la conocemos. Los gobiernos se enfrentarán en una guerra por recursos y el átomo desnudará su poder. El cielo será herido de muerte, nubes de polvo alcanzarán a cubrir la cúpula celeste luego de la gran explosión. Un invierno para cambiar la superficie y volver el tiempo atrás, antes que envenenáramos la vida.
En diez años solo sobrevivirá unos pocos árboles, los niveles de oxígeno caerán dramáticamente. Solo unos pocos podrán sobrevivir.
Volveremos a nuestro estado primigenio, caminaremos sobre rostros muertos. Nuestras peores pesadillas serán un alivio; seguiremos en pie.
Solo cinco años más, solo un hombre recorre los caminos desolados. El mal prevalecerá para contemplar su obra y el último de los hombres contemplará su esencia para descubrir marcas grotescas.
-No hay futuro -dirá.
-El tiempo solo es un paradigma de la percepción. El pasado, presente y futuro solo son un espejismo. Hoy y mañana conviven en un segundo. El reloj de la eternidad solo conoce un grano de arena -le contestará.
-¿Quién eres? ¿Qué eres? ¿Acaso no soy el último vivo? –dirá sorprendido.
-Soy el final. Yo soy quien presenció el comienzo y el final. Tú eres todos y eres solo tú.
-El tiempo solo es un paradigma de la percepción. El pasado, presente y futuro solo son un espejismo. Hoy y mañana conviven en un segundo. El reloj de la eternidad solo conoce un grano de arena -le contestará.
-¿Quién eres? ¿Qué eres? ¿Acaso no soy el último vivo? –dirá sorprendido.
-Soy el final. Yo soy quien presenció el comienzo y el final. Tú eres todos y eres solo tú.
El último hombre llorará junto con la humanidad para comprender su error.