10 de octubre de 2011

Despertar

Capítulo 1.Estática

“Las sombras cubren el firmamento, un ligero lienzo. Las leyendas, antaño olvidadas, relatan hechos similares. Somos débiles de memoria, lo inverosímil parece disiparse en nuestras mentes hasta desaparecen en la bruma. Nuestros padres, nuestros antepasados contaban estos cuentos; los transmitían de generación en generación. Nuestra raza, los hijos de la razón, descartamos toda posibilidad de existencia. No estábamos preparados, creamos nuestra realidad y nos aislamos. Alejamos nuestros corazones de la verdad transmutándola en fantasía. El tiempo fue cómplice, calmado parecía darnos la razón.

Muchos temerosos cayeron en las fauces del depredador solo el primer día, otros tantos lo acompañaron en los caóticos acontecimientos pasados. Todo parecía perdido, lo estaba. Sobrevivieron pocos, de eso estamos seguros. Solo un puñado de hombres fue capaz de prestar batalla.

Nada esta decidido, continuamos; intentamos arrastrar nuestros cuerpos magullados día a día. No hay un mañana, no hay un futuro; solo hoy.”

Todos callaron en la habitación al finalizar la grabación. Nuestros rostros expresaban temor. Habían seleccionado un grupo de exploración para verificar lo sucedido en la base de investigación de Anshar de la corporación SAMS. El equipo estaba bien nutrido, tres mercenarios y dos miembros del departamento de investigaciones, yo era uno de ellos.

En mi mano temblaba el grabador. Estaba expectante de encontrar algo más en la estática cuando el capitán James carraspeó.

Dos días atrás las comunicaciones de ASHAR cesaron. No fue inesperado, se esperaba una tormenta fuerte que deshabilitaría las comunicaciones. Este puesto de investigación avanzado fue enviado bajo un plan estrictamente confidencial, tanto que al equipo no se le informó nada.

Solo recibimos un mensaje privado donde se nos asignaba a nuevas tareas. La orden provenía de muy arriba. El día del mensaje parecía que todo sería fácil, desperté en mi departamento alquilado por la corporación en la zona céntrica de París. Llamé a mi madre en NY para saludarla por su cumpleaños, solo dije algunos palabas y dejé el resto para ella. Llanto y por demás. Era de esperarse, me fui de casa terminada la secundaria. El MIT no me dejaba mucho tiempo libre para nada, la vi poco. Y cuando esperaba poder tenerme, recibí una carta de SAMS.

Al llegar en mi cubículo una carta con el rotulo urgente. La leí de inmediato; me informaba que estaba exento de mis tareas rutinarias y debía presentarme inmediatamente con el Dr. Lanz.

Algunas preguntas y me dirigieron. Era el director en jefe de la sede de Paris. Él podía decirme menos que la carta, estaba mucho más sorprendido. Me entregó una tarjeta empresarial y una computadora portátil con un lector de huellas digitales. Presioné el botón, un mensaje indicó que el acceso afirmativo; “Bienvenido Dr. Albert Jackson”

Solo veinte minutos después y estaba volando en un jet privado. La máquina me brindaba información paso a paso, me sentía como un niño. No podía ocultar mi emoción; no sentía miedo. No intenté preguntarle el piloto a donde se dirigía, tenía una expresión no muy amigable. Callé y fui buen niño.

Aterrizamos en un aeropuerto privado en el medio de la nada. Yo diría en el norte de África por el tiempo que tardamos, el calor era abrazador. Mis ojos tardaron un poco en acostumbrarse. Cuando todo se calmó, un mensaje en la computadora me indicaba “REUNION HANGAR”. Ya estaba en esto, continué. La curiosidad no es un buen maestro.

Allí me esperaban cuatro personas en silencio. Claramente por los uniformes tres eran militares, pero no tenían ninguna bandera; solo el logo de la corporación. Llamó mi atención; pero había leído sobre mercenarios corporativos en algún tabloide amarillista.

Nos saludamos sin más. Resulto que todos recibimos el mismo mensaje, todos comenzamos el día de igual modo y fuimos retiramos de nuestras tareas estrepitosamente.

Un hombre con un maletín llegó, parecía que ya estaba en el hangar y a juzgar por la cara de los otros coincidiré que no lo conocían. Anteojos, traje demasiado impecable para el desierto y un maletín.

-Muchísimas gracias por venir. Mi nombre es John Smith- algunos sonrieron con este enunciado, creo que ninguna de nosotros se sentía con ánimos para negar una invitación así y sobre todo de un tipo con un nombre inventado; muy a pesar de nuestro escepticismo continuó.

-Han sido reclutados debido a una urgencia en una base de operaciones secreta de SAMS. Esta base no aparece en los registros, esta base no debe existir y esta base no realiza una operación. Esta demás informar que están bajo la más estricta confidencialidad. Debo recordarle que firmaron un contrato con SAMS. Debimos tratar de reunir este grupo con los mejores lo más rápido posible. Comencemos.

Para este punto, me atrevo a decir; nadie entendía nada. Por mi parte no entendía lo de “mejores”, claramente SAMS debe tener alguien mucho mejor que yo para mandar a este tipo de “urgencias ilegales”.

-La Base M01-H, nombre clave ASHAR, ubicada en el Macizo Vinson. Es una base a 4200 metros de altura, en la Antártida. Completamente inaccesible. El clima es demasiado inclemente. Temperaturas bajas, vientos fuertes y sin comunicación contante. Es habitual que esta base de operaciones actué con restricciones. El día de ayer, a las 12.00 esperábamos que una tormenta fuerte los golpeara y perder comunicaciones 3 horas. Sin embargo el período se prolongó. Pasaron 8hrs sin respuesta alguna por radio. A las 22.14 captamos por canal alternativo el becon de alerta de la base.

-Su tarea es simple. Deben subir, verificar que sucedió, reactivar las comunicaciones e informar lo sucedido. La base ANSHAR debe volver a estar operacional, transmitir.